El hipocampo, otro nombre con el que se conoce a este pez, es un animal de curiosas características no compartidas con otros peces. Nada en posición vertical, con su cabeza formando un ángulo recto con respecto al cuerpo. Se impulsa con una aleta dorsal que puede batir unas 35 veces por segundo. En lugar de una aleta caudal, tiene una cola prensil que le permite asirse a las plantas acuáticas, evitando ser arrastrado por las corrientes marinas.
Sus ojos son parecidos al del camaleón, ya que giran independientemente uno del otro, permitiéndole buscar presas sin necesidad de moverse. Tiene un cuerpo acorazado, constituído por unos anillos óseos, haciéndolo poco deseado por los depredadores. Esta coraza no es un exoesqueleto, ya que tiene un esqueleto interno como todos los peces. Pero la característica más extraordinaria de este animal es que el macho tiene una bolsa marsupial para el desarrollo de la progenie.
Sus ojos son parecidos al del camaleón, ya que giran independientemente uno del otro, permitiéndole buscar presas sin necesidad de moverse. Tiene un cuerpo acorazado, constituído por unos anillos óseos, haciéndolo poco deseado por los depredadores. Esta coraza no es un exoesqueleto, ya que tiene un esqueleto interno como todos los peces. Pero la característica más extraordinaria de este animal es que el macho tiene una bolsa marsupial para el desarrollo de la progenie.
Forma de vida
Agarrados a la vegetación con su cola prensil |
Hipocampo camuflado |
Este pez, parecido a una pieza de ajedrez, es un animal muy voraz; constantemente devora pececillos y plancton (organismos microscópicos). Aunque es difícil su supervivencia en cautiverio, ya que sus necesidades alimenticias son extremas, al igual que los cuidados que requiere, puede tenerlos en su acuario si aprende como cuidarlos.
Para protegerse de los depredadores, el hipocampo utiliza el camuflaje como un mecanismo de defensa. Tiene la habilidad de cambiar al color de su entorno en cuestión de segundos.
El embarazo masculino del caballito de mar
Caballitos de mar en acoplamiento |
Caballito de mar con su vientre abultado por gestación |
Luego del período de gestación entre 14 a 42 días, eclosionan (salen de sus huevos) unas 50 crías, dependiendo de la especie. Aunque hay especies (como muestra el video al final del artículo) que pueden tener sobre 1,500 crías. Los recién nacidos son adultos en miniatura que miden aproximadamente unos 5 mm (0.2 pulgadas). Los recién nacidos son expulsados de la bolsa por las contracciones que experimenta el padre, liberando a las crías que nadan hacia la libertad e independencia.
Mientras los machos pasan por estos períodos de embarazo, las hembras compiten entre sí por los machos disponibles.
En el video a continuación, podrá ver el nacimiento de los caballitos de mar. Muy interesante.
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