Algunos
bebés y niños con defectos cardíacos no experimentan síntoma
alguno. En algunos casos, puede diagnosticarse un defecto cardíaco
cuando el médico escucha un sonido anormal en el corazón, llamado
soplo, aunque los niños con corazones normales también pueden tener
soplos, los cuales pueden ser inocentes o funcionales, ya que no
representan ningún riesgo para el niño, pudiendo llevar una vida
normal. Un soplo es un sonido sibilante que hace la sangre cuando
fluye a través de cualquiera de las cavidades o válvulas del
corazón o incluso a través de un orifico que hay en el interior del
corazón y puede descubrirse auscultando el pecho del niño.
Algunos defectos cardíacos no presentan síntomas |
Algunos
defectos cardíacos pueden provocar insuficiencia cardíaca
congestiva, lo que hace que el corazón no pueda bombear la cantidad
suficiente de sangre a los pulmones o a otras partes del cuerpo.
Puede llevar a la acumulación de líquido en el corazón, los
pulmones u otras partes del cuerpo. Los niños afectados con esta
enfermedad pueden experimentar taquicardia y dificultades para
respirar, especialmente al realizar ejercicio físico. En los bebés,
estos problemas pueden manifestarse durante la alimentación, lo que
en algunos casos determina que no aumenten de peso normalmente. Los
bebés y niños afectados también pueden experimentar hinchazón en
las piernas, en el abdomen o alrededor de los ojos.
La cianosis puede ser un signo de algún problema cardíaco |
Mientras
que otros defectos cardíacos pueden producir un fenómeno llamado
cianosis, que hace que la piel adquiera un color gris o azul pálido. Puede aparecer poco tiempo después del nacimiento o durante la
lactancia y debe ser evaluado inmediatamente por un profesional de la
salud. La cianosis puede aparecer más tarde durante la niñez y es
una señal de que existen defectos que impiden que la sangre tome
suficiente oxígeno. Sus síntomas son dificultades para respirar y desmayos, los cuales a menudo empeoran cuando el niño hace
esfuerzo físico, por lo que suelen cansarse con facilidad.
Factores
causantes de los defectos cardíacos congénitos
Los científicos no han podido determinar las causas para que el
corazón de algunos bebés se desarrolle de manera anormal.
Aparentemente se debe a factores genéticos y factores
medioambientales. Desde los años 90, los científicos han
identificado aproximadamente 10 mutaciones genéticas que pueden
causar defectos cardíacos aislados. Algunos factores
medioambientales también pueden contribuir a defectos cardíacos
congénitos, como por ejemplo, las mujeres que contraen rubéola
durante los tres primeros meses de embarazo, tienen un riesgo elevado
de dar a luz un bebé con un defecto cardíaco. Otras causas pueden ser las infecciones virales, como la gripe, al igual que la
exposición a ciertos productos químicos industriales como los
disolventes.
El alcohol, el cigarrillo y la droga pueden causar daños al feto. |
Algunos estudios sugieren que beber alcohol o consumir
cocaína durante el embarazo puede aumentar el riesgo de defectos
cardíacos. También existen algunos medicamentos que aumentan las
probabilidades de que un bebé nazca con defectos cardíacos, como la
isotretinoína que se utiliza para tratar el acné, la talidomida
(aprobada únicamente para un trastorno grave poco frecuente de la
piel, pero en algunos casos utilizada para tratar otros trastornos) y
ciertos medicamentos anticonvulsivos. Algunos estudios sugieren que
el uso de trimetoprima-sulfonamida durante el primer trimestre (una
combinación de antibióticos usada en algunos casos para tratar
infecciones del tracto urinario) puede aumentar el riesgo de defectos
cardíacos.
También
podemos encontrar que ciertas enfermedades crónicas de la madre,
como la diabetes, pueden contribuir a defectos cardíacos. No
obstante, las mujeres diabéticas pueden reducir el riesgo
asegurándose de controlar los niveles de azúcar en su sangre desde
antes de la concepción. Además de esto, existe un conjunto de
anomalías cromosómicas que pueden causar defectos cardíacos de
nacimiento como lo son, el síndrome de Down (retraso mental y
defectos físicos de nacimiento) y el síndrome de Turner (baja estatura, falta de desarrollo sexual y padece defectos cardíacos), así como
también trastornos hereditarios, como el síndrome de Noonan (baja
estatura y problemas de aprendizaje), el síndrome velocardiofacial
(defectos craneofaciales e inmunodeficiencias), el síndrome de
Holt-Oram (defectos en las extremidades) y el síndrome de Alagille
(defectos en el hígado, el esqueleto y los ojos).
Prevención
y pruebas prenatales
La obesidad de la madre puede afectar el desarrollo óptimo del feto |
Para
reconocer si un feto viene con problemas cardíacos, se pueden hacer
pruebas prenatales como una ecocardiografía antes del nacimiento del
bebé, para identificar con precisión varios defectos cardíacos y
poder trabajar con el niño desde su nacimiento.
Síntomas
de una enfermedad cardíaca importante en un recién nacido y en un
niño:
- Respiración rápida
- Dificultad para alimentarse
- Labios azulados o morados (lo que se denomina cianosis)
- Retraso del crecimiento.
En
un niño o adolescente:
- Fatiga
- Dificultad para hacer ejercicio o practicar actividades físicas
- Dolor torácico.
Otros
síntomas pueden presentarse, conozca a su niño y se dará cuenta
cuando algo anda mal.
Aunque
los problemas congénitos que se pueden presentar no pueden ser
previsibles, sí se pueden hacer algunos análisis o pruebas que
pueden indicar algún defecto en el feto con la posibilidad de
corregirlo en el propio vientre materno. También es importante, darle al recién nacido y al infante los cuidados necesarios para
mantenerlos en buena salud, cuidando sus dietas, atendiéndolos
cuando muestran algún signo de enfermedad para protegerlos de alguna
afección que pueda resultar en algún problema cardíaco.