Los
insectos han existido en nuestro planeta desde hace millones de años.
Existe una gran diversidad de ellos y son encontrados en
prácticamente todas las latitudes. Los insectos son un grupo de
animales que tienen varias funciones importantes, entre ellas: la
polinización, sirven como alimento, pueden ser utilizados para la
elaboración de medicamentos, son descomponedores de restos de
materia orgánica y pueden ayudar a esclarecer un crimen o una muerte
sospechosa.
La
entomología forense
Las
Ciencias Forenses son unas prácticas científicas dentro del proceso
legal con el propósito de encontrar evidencias concluyentes para
resolver un caso criminal. En casos de asesinatos u homicidios es
necesario una investigación más exhaustiva y más profunda, según
las circunstancias, ya que una muerte puede ocurrir de diversas
formas. Por tal razón, es importante contar con los conocimientos o
herramientas que nos ayuden a identificar las circunstancias de tales
muertes.
Distintas especies de insectos en un cuerpo en descomposición. |
Existen
casos en los que un cadáver es encontrado mucho tiempo después de
su deceso, por lo que es necesario utilizar otras técnicas o
conocimientos para establecer las circunstancias y la datación de su
muerte. En este campo científico-legal entra en juego la entomología
forense. La entomología forense estudia los insectos encontrados en
cadáveres que ya se encuentran en estado de descomposición.
Mediante esta modalidad científica, los entomólogos forenses
utilizan los insectos encontrados en un cadáver para determinar o
aproximar la fecha de la muerte, el lugar dónde ocurrió, y hasta si
ese cuerpo fue movido desde el lugar dónde murió al lugar dónde fue
encontrado. De esta manera, los insectos se convierten en ayudantes
que contribuyen en la justicia criminal.
Los
insectos de la muerte
Para
utilizar la información que los insectos pueden proveer, los
entomólogos deben conocer los ciclos de vida de los insectos, así
como su biología y su fisiología. Cuando un cuerpo muere, los
primeros en aparecer son los insectos, para reciclar la materia
orgánica. Esto comienza a ocurrir en las primeras horas luego de la
muerte. Un cuerpo tiene diferentes estadios de putrefacción, y cada
uno de ellos atrae a determinada especie de insecto. Cada especie
puede participar de distinta manera en la reducción de los restos
orgánicos del cuerpo, pero cada uno de estos insectos aporta una
información valiosa para el forense.
Mosca: un insecto reductor de materia orgánica. |
Cuando
se ve un cuerpo en avanzado estado de descomposición se puede
determinar el tiempo que lleva de muerto al observar a los insectos
que en él se encuentran. De ahí la importancia de conocer los
ciclos de vida de los insectos reductores y descomponedores. Los
insectos pueden encontrarse en distintas etapas de su ciclo: en forma
de huevos, larva, pupa, adultos o hasta haber muerto. Pero aún
estando muerto, el insecto puede aportar una información valiosa.
Estudiando el esqueleto del insecto se puede determinar la presencia
de drogas o sustancias tóxicas en el cadáver, al éstos haber
ingerido estas sustancias.
Recolectando
insectos en la escena
Al
cadáver, los primeros insectos en llegar son las especies necrófagas
(gustan de la carroña) y necrófilas (gustan de los muertos). Los
primeros son los dípteros, luego los coleópteros y otros, que
comienzan a alimentarse del cadáver. En primer lugar invaden los
orificios naturales o las heridas que el cuerpo ha sufrido, porque
por ellos se comienzan a exudar los olores nauseabundos del cuerpo,
lo que es muy atractivo para estos insectos. Esto también ayuda a
los entomólogos forenses porque algunas especies tienen preferencias
por determinados orificios.
Cuando el entomólogo forense llega a una escena en la que hay un cadáver en descomposición debe tomar en cuenta algunos datos importantes: los factores ambientales o climatológicos y toxicológicos, además de la accesibilidad que los insectos han tenido del cadáver. Todos estos detalles pueden alterar el desarrollo de los insectos que se encuentran en el cadáver. Luego de recolectar los insectos que se encuentran en distintas etapas de desarrollo, el entomólogo debe determinar a qué especie pertenecen y qué edad tienen. Aunque la entomología forense no es una ciencia exacta, ya que tiene sus limitaciones, con esta información, puede determinar con mayor exactitud cuánto lleva de muerto el cuerpo.