Los
organismos vivos pueden clasificarse de diversas formas. Una de las
clasificaciones está basada en la forma de obtener carbono de su
entorno, por lo que existen dos grandes grupos: autótrofos y
heterótrofos. Estos dos grupos interactúan constantemente en la
biosfera. En los organismos autótrofos (concepto que significa "se
alimentan por sí mismos") su fuente de carbono es el dióxido de
carbono (CO2) atmosférico. Con este compuesto (CO2), las células
autotróficas construyen todas las biomoléculas que contienen
carbono, para ser utilizadas para su propio crecimiento y como fuente
de alimento de los heterótrofos. Ejemplo de organismos autótrofos
son: las bacterias fotosintéticas, las cianobacterias y las hojas
verdes de las
plantas. Los organismos heterótrofos (concepto que
significa
"se alimentan de otros") no pueden utilizar el
carbono atmosférico, por lo que este elemento es obtenido mediante
la oxidación de nutrientes orgánicos en forma de moléculas
orgánicas complejas, como por ejemplo, la glucosa. Las células de
los animales superiores y de la mayoría de los microorganismos, son
heterótrofas.
Autosuficiencia
versus dependencia
Los
organismos autótrofos son relativamente autosuficientes. Por otro
lado, los organismos heterótrofos tienen la necesidad de obtener el
carbono en formas más complejas, por lo que dependen de los
productos elaborados por los autótrofos. Otra diferencia entre ambos grupos es la forma de obtener la energía necesaria para realizar sus
procesos metabólicos. Los autótrofos, muchos de ellos
fotosintéticos, utilizan la luz solar como fuente de energía, otros
utilizan sustancias químicas para este propósito. Las
cianobacterias son un ejemplo de esto, tienen la capacidad de
utilizar el nitrógeno atmosférico para realizar sus procesos
vitales. Mientras, los heterótrofos obtienen la energía de la
degradación de los nutrientes orgánicos.
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Ciclo básico del carbono |
La
relación dinámica de estos dos grupos es muy interesante, continua
y cíclica. Vamos a repasar. Los autótrofos utilizan el CO2
atmosférico para construir biomoléculas orgánicas, además de
producir oxígeno (solo los organismos fotosintéticos productores de oxígeno). Este es el
comienzo de la cadena alimenticia. Por su parte, los heterótrofos
consumen lo producido por los autótrofos (frutas, vegetales, la
misma planta u organismo). O sea, los productos orgánicos producidos
por los autótrofos pasan a ser los elementos nutritivos de los
heterótrofos. A cambio, los heterótrofos devuelven a la atmósfera
el carbono en forma de CO2 (durante el proceso de respiración) para
ser utilizado nuevamente por los autótrofos, repitiéndose el ciclo
indefinidamente. Esto es parte del fundamental ciclo del carbono. De
esta manera, el oxígeno y el carbono están en un constante
movimiento cíclico entre el mundo vegetal y el mundo animal.
Dato
interesante
|
Fases oscura y lumínica de la planta |
Aunque
un organismo sea autótrofo, no todas sus células son autotróficas.
En el caso de las plantas superiores, las células de las hojas
verdes (con clorofila) son autotróficas, mientras que las células de
las raíces (no contienen clorofila) son heterotróficas. Por otro
lado, las hojas verdes son autótrofas en presencia de luz solar
(fase lumínica). En oscuridad, oxidan los carbohidratos sintetizados
durante el día, para obtener energía, comportándose de esta manera
como un organismo heterótrofo.
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