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miércoles, 30 de marzo de 2022

Espina bífida - Segunda parte

En la continuación del tema de la espina bífida mencionaremos quiénes están en riesgo de tener un hijo con esta condición, cómo puede detectarse, qué alternativas existen para tratarla, incluída la cirugía prenatal.


¿Se puede detectar la espina bífida antes del nacimiento?

Procedimiento de amniocentesis
Sí. Existen pruebas de detección para determinar si un feto tiene un mayor riesgo de tener espina bífida. Una espina bífida abierta produce niveles elevados de alfafetoproteína durante el embarazo que pueden detectarse mediante amniocentesis o en una muestra de sangre de la madre. Si la prueba sugiere un mayor riesgo de espina bífida, el médico puede recomendar pruebas adicionales más precisas para detectar casos de espina bífida severa. Éstas son un examen detallado por ultrasonidos de la columna del feto y una amniocentesis. En la amniocentesis, el médico introduce una aguja en el útero de la mujer para tomar una pequeña muestra de líquido amniótico. El líquido se envía al laboratorio para medir los niveles de alfafetoproteína que contiene.
¿Qué beneficios tiene detectar la espina bífida antes del nacimiento?

Al detectar la espina bífida antes del nacimiento, los médicos pueden proporcionar a los padres información y apoyo, y planificar el parto en un centro médico especialmente equipado para que el bebé pueda ser sometido a una cirugía o tratamiento en caso de ser necesario poco después del nacimiento. Los padres y los médicos también pueden evaluar qué es más conveniente para su bebé: un parto vaginal o una cesárea. Los fetos con mielomeningocele tienen más probabilidades que otros bebés de encontrarse en posición de nalgas, por lo que se recomienda un parto por cesárea. Algunos médicos también recomiendan un parto por cesárea en el caso de bebés con mielomeningocele que están en posición normal,  ya que un estudio comprobó que este parto planificado puede reducir la severidad de la parálisis en los bebés afectados.

Cirugía prenatal

Tipos de cirugía para tratar la condición de espina bífida.


Más de 300 bebés han sido sometidos a cirugía experimental prenatal para reparar el mielomeningocele antes del nacimiento.
Este método se basa en la idea de que la reparación temprana (entre las semanas 19 y 25 del embarazo) puede ayudar a prevenir la lesión en el tejido nervioso espinal expuesto en el útero y reducir la parálisis y otras complicaciones. Los resultados preliminares sugieren que los niños que son sometidos a cirugía prenatal pueden necesitar un "shunt" con menos frecuencia, pero no parece haber mejoría en su capacidad de caminar y en la función de su vejiga e intestinos. Este procedimiento presenta riesgos relacionados con la cirugía tanto para la madre como para el bebé y un alto riesgo de parto prematuro. Los bebés prematuros presentan un mayor riesgo de tener problemas de salud durante las primeras semanas de vida e incapacidades permanentes. Los médicos aún no están seguros si los beneficios de una cirugía prenatal justifican estos riesgos.

¿Quiénes corren el riesgo de tener un bebé con espina bífida?
Cualquier pareja puede tener un bebé con espina bífida. Sin embargo, aquellas que ya han tenido un bebé con espina bífida u otro defecto del tubo neural corren un riesgo mayor de tener otro bebé afectado. De la misma manera, cuando uno de los padres tiene espina bífida, existe una probabilidad del 4% de que transmita el trastorno al bebé.
Las parejas que han tenido un bebé afectado o que tienen antecedentes familiares de defectos del tubo neural deben consultar a un asesor en genética acerca de los riesgos para su futuro bebé.

Las mujeres con ciertos problemas de salud también tienen un riesgo mayor de tener un bebé con espina bífida. Este grupo incluye, por ejemplo, mujeres obesas, mujeres con diabetes mal controlada y mujeres que se tratan con ciertos medicamentos anticonvulsivos.
La espina bífida y otros defectos del tubo neural son más frecuentes en ciertos grupos étnicos que en otros. Por ejemplo, son más comunes entre la población de origen hispano y caucásico, y menos frecuente entre los judíos asquenazi, la mayoría de los grupos étnicos asiáticos y los afroamericanos.


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