Cuando
los riñones fallan u ocurre insuficiencia renal, es necesario un tratamiento para sustituir el
trabajo que ellos hacían. A menos que se realice un trasplante de
riñón, necesitará de un tratamiento llamado diálisis. El diálisis
es el resultado final para personas que han perdido sus funciones
renales, ya sea por una infección o por algún otro factor que no se
haya determinado. Esto es un procedimiento extremadamente necesario
para este tipo de personas. Sin el mismo, la persona moriría
irremediablemente.
¿Qué
es el diálisis?
El
diálisis es el procedimiento utilizado para filtrar artificialmente
la sangre con el propósito de extraer los desechos peligrosos
o elementos tóxicos del cuerpo, además del exceso de sal y agua. El
diálisis no solo es utilizado en personas que padecen de
insuficiencia renal, sino que también puede utilizarse para
eliminar, de manera más rápida, drogas o sustancias tóxicas en
situaciones agudas. Este proceso debe realizarse en un cuarto
higiénico para evitar el riesgo de contraer alguna infección en la
sangre durante el proceso.
Existen
dos tipos principales de diálisis: hemodiálisis y diálisis
peritoneal. La hemodiálisis se logra con un aparato. La diálisis
peritoneal usa la membrana que recubre el abdomen, llamada membrana
peritoneal, para filtrar la sangre. En este artículo solo hablaremos
de la hemodiálisis.
Hemodiálisis
En
la hemodiálisis la sangre del paciente es impulsada externamente a
través de un dispositivo filtrante (el dializador) y una vez
depurada, restituida al sistema vascular. Se trata de un
procedimiento de circulación extracorpórea a través de este
filtro, impulsado y controlado por un equipo especial. El dispositivo
filtrante comprende un manojo de pequeñísimos tubos de espesor
similar al cabello humano (tubos capilares), por cuyo interior
circula la sangre. La pared de estos tubos es una delgada membrana
filtrante sintética, cuya estructura posee diminutos poros que
permiten el paso de las toxinas y agua en exceso, sin permitir la
pérdida de proteínas y componentes vitales de la sangre. Por el
exterior de estos tubos circula una solución de sales en agua que
remueven el material filtrado y contribuyen a equilibrar el balance
iónico del paciente.
Proceso de purificación de la sangre por diálisis |
¿Cuáles
son las causas para el diálisis?
La
enfermedad renal, que es la causante de que una persona tenga que
someterse al diálisis puede ser consecuencia de muchas causas
diferentes. Varios tipos de infecciones del tejido renal
(glomerulonefritis) pueden dejar secuelas irreversibles que han de
afectar su funcionamiento normal. También, la elevada presión
arterial en forma persistente (hipertensión) puede causar un
profundo daño del riñón. La diabetes, en estadios avanzados, es
causa frecuente de la enfermedad renal. El consumo excesivo de
algunos medicamentos también puede ser causante de una disminución
gradual de la función renal. Existen asimismo causas de origen
congénito o hereditarias de enfermedad renal, tales como la
enfermedad poliquística del riñón y anormalidades de las vías
urinarias.
¿Cuáles
son los signos y síntomas?
En la mayoría de los casos la enfermedad del riñón se desarrolla en forma oculta y silenciosa, y los efectos pueden no percibirse durante años. En las etapas iniciales, es posible que no haya ningún síntoma. Como consecuencia de ello, muchos pacientes con enfermedad renal no consultan a un nefrólogo hasta encontrarse en estadios avanzados de la enfermedad.
En la mayoría de los casos la enfermedad del riñón se desarrolla en forma oculta y silenciosa, y los efectos pueden no percibirse durante años. En las etapas iniciales, es posible que no haya ningún síntoma. Como consecuencia de ello, muchos pacientes con enfermedad renal no consultan a un nefrólogo hasta encontrarse en estadios avanzados de la enfermedad.
Manifestación de síntomas |
Aunque
éste es un padecimiento que se presenta de forma lenta y silenciosa,
puede presentar los siguientes síntomas: inapetencia, sensación de
malestar general y fatiga, dolor de cabeza, picazón generalizada
(prurito) y resequedad de la piel, náuseas, pérdida de peso sin
proponérselo. Otros síntomas que se pueden presentar, especialmente
si la función renal ha empeorado, son: dolor óseo, síntomas del
sistema nervioso y del cerebro, somnolencia y confusión, problemas
para concentrarse o pensar, entumecimiento en las manos, los pies u
otras áreas, fasciculaciones musculares o calambres, mal aliento,
susceptibilidad a hematomas, sangrado o sangre en las heces fecales,
sed excesiva, hipos frecuentes, hinchazón de pies y manos (edema),
vómitos (típicamente en la mañana).
Tratamientos
y prevención
Cuando
el paciente ha presentado daño renal, los tratamientos disponibles
para manejar la enfermedad son el trasplante de riñón o el
diálisis. Si el daño renal no se ha presentado completamente, se
pueden hacer o tomar en cuenta algunas medidas para evitar el daño
a los riñones. Algunas de estas medidas son: controlar la presión
arterial, no fumar, consumir comidas bajas en grasa y colesterol,
hacer ejercicio regular, mantener el azúcar en la sangre bajo
control, evitar ingerir demasiada sal o potasio.
Proceso
de diálisis
Paciente en diálisis |
La
educación es importante, debe informarse de su condición, de su
tratamiento y de los cuidados que debe tener. Debe mantener una buena
higiene, proteger el catéter al bañarse, prevenir movimiento o
retiro accidental del catéter y evitar actividad física. El
diálisis es un procedimiento que da vida, necesario para mantener un
nivel de vida adecuado, por lo que conocer las implicaciones de este
procedimiento es importante.
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