 ¿Qué es el suelo? El suelo es la capa asentada sobre la superficie de la roca madre o corteza terrestre. Está compuesta de materia orgánica, minerales, aire y agua. Es el medio nutritivo en el cual crece la vegetación y es el hábitat para muchos organismos. Es por tanto la importancia de la conservación de los suelos, ya que es una parte fundamental de los ecosistemas terrestres. Por lo tanto, es necesario conocer cómo los suelos se van dañando, para en la medida posible evitarlo. En este artículo conoceremos algunos factores, tanto naturales como humanos, que afectan la calidad de nuestros suelos.
¿Qué es el suelo? El suelo es la capa asentada sobre la superficie de la roca madre o corteza terrestre. Está compuesta de materia orgánica, minerales, aire y agua. Es el medio nutritivo en el cual crece la vegetación y es el hábitat para muchos organismos. Es por tanto la importancia de la conservación de los suelos, ya que es una parte fundamental de los ecosistemas terrestres. Por lo tanto, es necesario conocer cómo los suelos se van dañando, para en la medida posible evitarlo. En este artículo conoceremos algunos factores, tanto naturales como humanos, que afectan la calidad de nuestros suelos. 
Contaminación
La mayor
parte del suelo contaminado se debe a la acción de distintos contaminantes y no
a una sola sustancia. El suelo puede ser contaminado por innumerables
sustancias provenientes esencialmente de la actividad humana, como por ejemplo:
plaguicidas orgánicos y sintéticos, fertilizantes agroquímicos, equivocadas
prácticas de corrección de suelos, basuras, lluvias ácidas por efecto de la
contaminación del aire, residuos industriales, etc. Todas esas sustancias
adicionadas al suelo, cambian sus propiedades físicas y químicas,
desmejorándolo, degradándolo y haciéndolo improductivo.
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Deterioro del suelo 
Son
  variadas las causas del deterioro del suelo. Causas, naturales, como la
  erosión hídrica y eólica. Causas culturales debidas a la acción humana, como
  desastrosas prácticas agrícolas. Las talas y las quemas, la contaminación del
  suelo con basuras, biocidas, fumigaciones indiscriminadas, fertilizaciones
  mal realizados; el retraso tecnológico y, en general, prácticas inadecuadas
  para la explotación de los suelos agrícolas, son algunos de los factores que
  inciden en la degradación de suelos, otrora fértiles y productivos. 
Erosión de los suelos 
La erosión es la pérdida física del suelo cultivable que conduce a su degradación. Cuando un suelo se erosiona, disminuye su calidad y capacidad de producción de bienes. Básicamente hay 2 clases de erosión: acelerada o antrópica, que es consecuencia de la alteración del suelo ocasionada por el hombre, por el mal manejo y uso de la tierra; y geológica, que es la pérdida del suelo debida al agua (erosión hídrica) y al viento (erosión eólica).   
 
 
Salinizacion 
Es la concentración de las sales
  solubles del suelo, que interfieren con el crecimiento de las plantas y
  degrada el suelo. Varias son las causas de la salinización. Una es el abuso
  en el empleo de fertilizantes químicos o por escalonamientos mal realizados.
  Otra es la drástica disminución del agua del suelo, por evaporación,
  escorrentías o drenajes profundos. Un exceso de evaporación puede presentarse
  en zonas áridas, desprovistas de vegetación o erosionadas. 
Desertización 
 
Es la
  degradación de las tierras en zonas áridas, semiáridas y
  subhúmedas secas
  debido fundamentalmente al impacto humano. El término tierras incluye
  el suelo, los recursos hídricos locales, la superficie de la tierra y la
  vegetación o las cosechas. Mientras que el término degradación implica
  una reducción de los recursos potenciales. 
La
  degradación es una reducción del potencial de recursos debido a un proceso o
  combinación de procesos que actúan sobre la tierra.  Esos procesos incluyen degradación de la
  cubierta vegetal, erosión hídrica, erosión eólica, salinización, reducción de
  la materia orgánica del suelo, encostramiento y compactación del suelo y la
  acumulación de sustancias tóxicas para las plantas o los animales.  Redundando esto en la degradación de las
  condiciones de vida y la expansión de los desiertos. 
El
  proceso de desertificación se evalúa en base a tres criterios: estado actual,
  velocidad y riesgo, y para cada uno de estos criterios se consideran cuatro
  clases de desertización: ligera, moderada, severa y muy severa. 
Cuando
  las tierras se degradan, la capacidad de recuperación se reduce
  sustancialmente, el suelo se vuelve menos productivo, disminuye la calidad
  del agua y aumenta la sedimentación en ríos y lagos, lo que conlleva
  repercusiones físicas y socioeconómicas. La desertización contribuye a crear
  situaciones de hambre. Esta afecta aproximadamente a la sexta parte de la
  población mundial; al 70 % de todas las tierras secas, equivalente a 3,600
  millones de hectáreas y a la cuarta parte de la superficie total de tierras del  mundo.    
Preservar el medio ambiente 
La naturaleza de
este problema no podrá resolverse sin un acuerdo internacional, con voluntades
políticas racionales y firmes en la realización de leyes  o acciones encaminadas a preservar el medio
ambiente de la acción del ser humano, aprovechando los  recursos de modo racional. 
 
Es necesario tener
conocimiento de lo que hacemos a nuestro planeta, desarrollar esfuerzos coordinados
para salvar hábitats y reducir la destrucción de tierras vírgenes.  Debemos reconocer que el medio ambiente es
finito y que atacarlo pone en peligro la supervivencia de nuestra propia
especie.  Formular leyes y medidas para
protegerlo, para de esta manera lograr armonizar con él. | 





 
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