Desde los comienzos de la humanidad han existido personas con problemas mentales, y en cada época se han tratado estos problemas de diferente manera, llamándolos con diferente nombre. Un trastorno mental, como se le llama en la actualidad, es una alteración en procesos emocionales, intelectuales, de razonamiento o de comportamiento que pueden ser catalogados como anormales cuando son comparados al grupo social al cual pertenece el individuo.
Causas de las enfermedades mentales
A través de la historia, las diferentes culturas han atribuído las enfermedades mentales a diferentes causas, la mayoría de ellas de diagnóstico cuestionable. Estos diagnósticos no estaban basados en estudios médicos o científicos, sino en puras conjeturas, algunas de ellas estaban basadas en la conveniencia.
Cuando el comportamiento de una persona o su intelectualidad no iba a la par con la sociedad se tildaba a estas personas como poseídas por el demonio, hechizadas, que estaban sufriendo los efectos de la luna, que sufría de un desequilibrio de los humores del cuerpo o que recibía un castigo por su depravación moral o la de sus antepasados.
Primeros tratamientos
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Exorcismo |
Los griegos de la antigüedad utilizaban lavativas (enemas, purgas) para tratar la depresión, queriendo expulsarla del cuerpo de esta forma. En otras culturas abrían un agujero en el cráneo para que los espíritus malignos que ocupaban ese cuerpo fueran liberados. En la Europa Medieval la locura era vista como una posesión de los demonios o como un castigo por la maldad que había en su interior. En esta época comienza la cacería de brujas, mujeres que padecían de problemas sicóticos eran consideradas brujas y las destruían quemándolas en la hoguera. Los exorcismos también fueron practicados para sacar los demonios de estos enfermos mentales.
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Sangría con sanguijuelas |
En el siglo XIX los encargados de tratar a estas personas se les llamaba loqueros. Estos comenzaron a tratar a los pacientes con métodos poco convencionales. Estos loqueros estaban convencidos que un buen susto los curaría. Algunos de sus métodos eran: arrojar súbitamente a los locos a un tanque de agua helada; atarlos a una silla y hacerlos girar a gran velocidad hasta lograr asustarlos. Se hacían sangrías con sanguijuelas, para limpiar el cuerpo. En épocas más recientes se han utilizado los choques eléctricos para estos trastornos mentales.
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Choques eléctricos |
Tratamientos en épocas modernas
Después que la medicina moderna, en particular la psiquiatría, se percatara que la locura no era debida a demonios, ni hechizos, ni efectos de la luna, los tratamientos han cambiado radicalmente. Ahora se trata a los enfermos mentales con más humanidad, se les trata con terapias, medicamentos, en centros en los que se les ofrecen más cuidados.
Ahora, basado en investigaciones y estudios, cada trastorno mental tiene su nombre, sus signos, sus síntomas, su aparición y su desarrollo; llevando a un diagnóstico y a un tratamiento más acertado para el beneficio del paciente y de su entorno.
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