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miércoles, 18 de julio de 2018

Tiburón blanco: un peligroso depredador

El tiburón blanco es una de las tantas especies de tiburón que se encuentran en el océano. Es el pez depredador más grande y peligroso del mar. Este tipo de tiburón puede llegar a medir hasta 20 pies de largo y alcanzar un peso de 2,500 libras. Su cuerpo es macizo y muy fuerte. Puede encontrarse en casi todos los océanos del mundo, aunque prefiere las aguas cálidas o templadas. Se han encontrado tiburones blancos que llegan a vivir hasta 40 años. Se le llama blanco porque cuando va envejeciendo su dorso se va blanqueando hasta alcanzar un color gris claro, pero en realidad su color es negruzco.

Para mantenerse vivo el tiburón blanco debe moverse constantemente hacia adelante a una velocidad promedio de 2 millas por hora. De esta manera obtiene el oxígeno necesario del agua. Un dato curioso es que si a este animal se le arrastrara hacia atrás, se ahogaría en pocos minutos porque no recibe el oxígeno que necesita.

¿Cómo cazan y se alimentan los tiburones blancos?
Atrapando a una presa
Es un cazador solitario, aunque pueden reunirse varios tiburones si la presa es muy grande. Cuando el tiburón blanco va a atacar levanta el hocico, alcanza la presa con sus poderosos dientes y se voltea bruscamente arrancando un pedazo de la presa que podría llegar hasta 100 libras. El pedazo que arranca a la presa es tragado entero, ya que los tiburones no pueden masticar. Los dientes del tiburón blanco son triangulares, con bordes en forma de sierra para sujetar mejor y pueden medir hasta 3 pulgadas. Curiosamente si pierde alguno de los dientes puede reponerlo con uno nuevo.

Los dientes triangulares del tiburón
Este tiburón se alimenta de cualquier tipo de pez y de animales de sangre caliente, aunque suele alimentarse de atunes, peces espada, delfines, focas y leones marinos. Si en algún momento come una presa muy grande, este tiburón puede estar hasta un mes sin volver a comer.

Para detectar una presa, el tiburón blanco tiene miles de agujeritos en el hocico que son su principal centro nervioso. Mediante estos agujeritos el tiburón puede detectar hasta una gota de sangre entre más de mil galones de agua. Además emite ondas sonoras que rebotan en la presa permitiéndole conocer con exactitud la posición del animal.

Tres posibles razones por las cuales los tiburones blancos atacan
  • El tiburón no ataca a la víctima con intención de comérsela, sino porque la interpreta como una amenaza potencial. El ataque es una advertencia.
  • El animal puede atacar algo que nunca ha visto antes, como a un hombre, porque no sabe si es comestible o no, y puede morderlo para probar.
  • El tiburón confunde a la víctima con su comida habitual. Los ataques registrados contra pequeñas embarcaciones pesqueras y de recreo podrían explicarse como confusiones entre éstas y los cuerpos de cetáceos de tamaño medio o elefantes marinos muertos a la deriva.

Relación del tiburón blanco con el hombre
El hombre cara a cara con el gran depredador
Desde tiempos remotos se ha pensado que los tiburones son animales que gustan de comer seres humanos. Aunque se han registrado ataques de tiburones blancos hacia los seres humanos, estos ataques son muy raros y mayormente ocurren por imprudencias de los mismos humanos. Según el biólogo Douglas Long, en EE.UU. "muere más gente cada año por ataques de perros que la que ha sido muerta por tiburones blancos en los últimos 100 años". En todo el Mediterráneo sólo se han confirmado 31 ataques de tiburones contra seres humanos en los últimos 200 años, en su mayoría sin resultado de muerte. Para España, la cifra es de 4 ataques desde mediados del siglo XIX, sin que ninguno de ellos acabase con la vida de la víctima. En estos dos últimos casos, las cifras ni siquiera se refieren a los ataques del tiburón blanco en particular, sino al conjunto de todas las especies de tiburones.

De acuerdo con algunos investigadores estadounidenses, la cifra de ataques de tiburones blancos a nivel global entre 1926 y 1991 sería de 115, siendo California, Australia y Sudáfrica quienes registraron más. Resulta bastante ilustrativo el que en las aguas sudafricanas, infestadas de tiburones, la cifra de ataques de tiburones blancos desde 1940 sea de sólo 29 frente a las 89 agresiones protagonizadas por tiburones toro. Aunque los tiburones blancos son unos grandes y agresivos depredadores y pueden representar un peligro para los seres humanos no podemos decir que seamos su presa favorita. Incluso no se ha registrado que alguna persona haya sido completamente devorada por algún tiburón blanco. 

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