GAVETAS

sábado, 16 de noviembre de 2013

Profundidades abisales: inhóspitas pero llenas de vida

Las profundidades abisales son frías, oscuras, extremadamente saladas, que para muchas especies sería una zona totalmente inhóspita. La presión ejercida por el agua, que puede ser 1,100 veces superior a la encontrada en la superficie, hace difícil para el ser humano el acceso a esos lugares. Pero para estos animales que han logrado adaptarse a estas condiciones, es un lugar ideal.





Condiciones del medio
Zonas oceánicas según
la profundidad
La vida en las fosas abisales no es fácil. Algunas de estas fosas pueden superar los 30,000 pies de profundidad, donde a los 3,000 ya la oscuridad se ha hecho dueña del océano. En esta zona pueden encontrarse unas mil especies de peces, a profundidades mayores unas 150. Las temperaturas están al borde de la congelación, incluso en áreas de los polos pueden darse temperaturas bajo cero.

En estas condiciones de luz y temperatura es imposible encontrar vegetación, por lo que estos animales sobreviven alimentándose con detritos y otros animales. Los detritos son los restos de organismos muertos que llegan al fondo marino. Estos restos forman un depósito cenagoso en donde se encuentra abundancia de bacterias, siendo éstas el primer eslabón de la cadena alimenticia en las fosas abisales.


Características de los animales abisales
Pulpo luminoso

Muchas de las especies que viven en estas profundidades son ciegas, por lo que dependen del tacto y del olfato para obtener su alimento. Otros tienen bioluminiscencia, emiten luz, para atraer a las presas o para encontrar pareja. En un ambiente tan oscuro como este, una luz puede representar una fuente de alimento. 


Pez bioluminiscente
Esta bioluminiscencia es producida por sustancias generadoras de luz, como la luciferina o la luciferasa, que al hacer contacto con el oxígeno del agua producen luz. También, la emisión de luz es producida por bacterias luminosas que son parte de los organismos. Los animales que contienen estas bacterias son capaces de controlar la luminosidad de las mismas. Cada especie bioluminiscente tiene su luz característica, el color, la intensidad o forma distinguen una especie de otra.


Especies de la profundidades océanicas
Algunas de las especies que habitan estas zonas inhóspitas son:
Pejesapo con su cebo luminoso
  • El pejesapo abisal tiene un cebo luminoso en su cabeza que atrae a las presas. Este cebo está cubierto de bacterias que emiten luz.
  • La víbora marina y el hacha de plata tienen muchas luces en su abdomen para atraer a sus presas.

Víbora marina

  • El krill es otro pez de las profundidades que de noche se alimenta en la superficie y durante el día baja a las fosas abisales.

Además de los mencionados, en estas profundidades se pueden encontrar crustáceos, estrellas de mar, bivalvos, sepias, pulpos, rayas, moluscos y otros. A pesar de las condiciones adversas, hay un mundo de vida allá abajo.


miércoles, 6 de noviembre de 2013

El mundo natural y sus colores

La naturaleza está impregnada de color, todo a nuestro alrededor es color. Para los que tenemos la fortuna de ver nuestro entorno, disfrutamos de todo ese colorido, con sus respectivas tonalidades. Pero... ¿que es el color?, ¿qué le da color a las cosas? ¿qué nos hace sentir el color? Los colores que se encuentran de forma natural son dados por elementos, sustancias o pigmentos específicos, propios de cada cosa.   



¿Qué es el color?
El color es la luz reflejada que emiten los objetos en distintas longitudes de onda. Estas longitudes de onda son captadas por el ojo, procesadas por el cerebro, interpretando cada longitud de onda en un diferente color. ¿Demasiado científico? No se preocupen... no diré nada más de cómo vemos el color, nada de bastones ni conos, ni cómo funciona el ojo o el cerebro para percibir el color.

¿Qué produce el color de...?

Las hojas verdes
La presencia de clorofila (pigmento verde, necesario para el importante proceso de la fotosíntesis) es lo que le da el color a las hojas.

Distintos tonos de hojas
Hojas otoñales
Para los afortunados países que tienen estaciones del año diferenciadas, las tonalidades amarillas, rojizas y anaranjadas se debe a la degradación o descomposición de la clorofila en otros pigmentos como las antocianinas (tonos rojos) y carotenoides (tonalidades desde amarillas hasta rojizas). Este cambio de color se debe a que estos colores son menos sensibles al frío y a la disminución de radiación solar, pudiendo realizar la fotosíntesis durante un periodo mayor de tiempo.

La corteza de los árboles
La lignina es la responsable del color marrón de la corteza de los troncos. La lignina se deposita en las paredes de las células muertas del árbol y forma la madera, proporcionándole resistencia al mismo. Mientras el interior de los árboles es blancuzco debido a la celulosa, que es el componente principal de la pared celular de todas las células vegetales.


Diversidad de colores en las flores
Las flores y los vegetales
La diversidad de colores en las flores y los vegetales es producida por los pigmentos flavonoides y carotenoides. Las tonalidades pueden ser el resultado de la acidez del suelo. Estos pigmentos tienen diferentes funciones, además de cumplir una función biológica muy importante como complemento alimenticio en los animales. Sus pigmentos van desde el amarillo hasta el rojo intenso, incluyendo los azules y violetas.

Arcoiris
El arcoiris
Los siete colores del arcoiris: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil (cian) y violeta, son el efecto óptico de un fenómeno meteorológico, donde la luz blanca del sol se descompone en los distintos colores cuando atraviesa las gotas de lluvia en determinado ángulo.

Las nubes
Las nubes son partículas minúsculas de agua suspendidas sobre el polvo atmosférico. Estas partículas son incoloras permitiendo la dispersión de todas las ondas de la luz visible, por lo que se ven blancas. Por otro lado, cuando son muy densas, la luz no puede atravesarlas, absorbiendo todos los colores, entonces pueden verse negras.

Cielo con nubes blancas y negras
El cielo
El color azul del cielo, se debe a que los componentes de baja longitud de onda (el azul y el violeta) de la luz blanca emitida por el Sol, se difunden gracias a las moléculas de gas que se encuentran en la atmósfera. El azul es el color que es reflejado por el cielo y que nuestros ojos pueden captar.

Playa con arena rosada


El mar
Aunque se podría pensar que el color del mar está determinado por el color del cielo, no es así exactamente. El mar al igual que el cielo absorbe las longitudes de onda larga y refleja las cortas, en este caso el azul. Pero la profundidad del mar determina las tonalidades del agua. Mientras más cerca a la orilla o menos profundo sea, más clara se ve el agua.

La arena
La arena puede encontrarse en diversidad de colores: blanca, dorada, rosada, verdosa, púrpura hasta negra. El color estará determinado por el tipo de roca de la cual procede.

El suelo
Al igual que la arena, el suelo puede encontrarse en diversidad de colores y tonos: negro, rojo, amarillo, marrón, gris, entre otros, y está determinado por los pigmentos y minerales contenidos en el mismo. 

Hemocianina (sangre azul) extraída de un
cangrejo herradura para estudios científicos
La sangre
La hemoglobina (responsable del intercambio gaseoso oxígeno-dióxido de carbono en el organismo) es la proteína encargada de darle el color rojo a los glóbulos rojos, por lo que nuestra sangre y la de muchos animales es roja. La sangre de algunos moluscos, arácnidos y crustáceos, por otro lado, es azul. Esto se debe a que la proteína contenida en su sangre es la hemocianina. La hemocianina es azul porque contiene cobre en lugar de hierro como la hemoglobina. El cobre es el que le confiere el color azulado.
La cantidad de melanina determina
el color de piel, cabello y ojos





Ojos, cabello y piel 
El color de estos 3 elementos está determinado por la cantidad de melanina que contengan. La melanina es un pigmento marrón parduzco producido en las células cutáneas. Mientras mayor es la cantidad de melanina, más oscuros serán los ojos, el cabello y la piel.  

domingo, 3 de noviembre de 2013

La cobada en Isla de Mona

La Isla de Mona es una pequeña isla deshabitada localizada al oeste de Puerto Rico, en el Canal de la Mona. Tiene una abundante y variada vida animal y vegetal, incluyendo un sinnúmero de especies endémicas, algunas de ellas clasificadas como vulnerables. Está protegida como una Reserva Natural y sirve de laboratorio para investigaciones científicas. Esta pequeña isla ha sido catalogada como la isla más preciosa del mundo, por la prestigiosa revista Lonely Planet. Anualmente ocurre un evento natural conocido como la cobada de Isla de Mona, que ha despertado el interés de los investigadores desde hace muchos años.

La cobada
El lagarto de Isla de Mona,
otro residente de la isla
Durante el tercer y cuarto día después de la segunda luna nueva, tras el solsticio de verano, ocurre algo asombroso. El Coenobita clypeatus es un cangrejo ermitaño, llamado cobito en Puerto Rico, que llega al mar desde todas partes de la Isla de Mona para desovar. En esta migración hacia la playa hay miles y miles de caparazones chocando unos con otros, provocando en su frenética carrera a su destino, un ruido peculiar.

Miles de cobitos en la playa, listos para desovar
Llegados a la playa esperan en la orilla pacientemente el momento correcto, las 3:00 de la mañana aproximadamente, para lanzarse al agua a depositar los huevos. Ya en el agua, las hembras comienzan a soltar los huevos que se van alejando con el vaivén de las olas. Cuando los huevos hacen contacto con el agua eclosionan rápidamente. Las larvas llegan al fondo del mar y comienza su ciclo de vida, que en muchos casos es muy corto por acción de los depredadores. Los que logran sobrevivir, salen del agua, se consiguen una concha y continúan su vida en tierra.

La reproducción del cobito
En tierra firme, en el periodo de apareamiento, machos y hembras se reúnen para copular. Los espermatozoides son depositados por los machos, en las patas de las hembras, éstas a su vez los transfieren a su abdomen a través de unos orificios, donde ocurre la fecundación. Ya las hembras están listas, cargando en su cuerpo miles de huevos fertilizados que pronto liberarían en el mar, para dar paso a una nueva generación de cobitos.

Aunque los investigadores entienden que son las hembras las que viajan hacia la playa, todavía no están seguros de ello, porque se ha pensado que esta especie de cobito podría ser hermafrodita.

Observaciones de los científicos

Desde los años de 1990 se ha estudiado este fenómeno natural en la Isla de Mona y los científicos han notado una merma en la cantidad de cobitos que participan en la cobada. A principios de los estudios se estimaba que unos 12,000 cobitos llegaban a la playa a desovar, actualmente este número a disminuído significativamente. Los investigadores hasta el momento, no han encontrado una respuesta a esta interrogante. Esperemos que para el próximo año no siga esa tendencia de disminución, porque sería lamentable que perdiéramos ese evento natural tan fascinante.