Este
descubrimiento, que no fue presentado hasta el 2006, cuando por fin
se pudo limpiar todo el fósil de su cubierta arenisca, puede ser
importante para entender los orígenes de la humanidad y de la
evolución del ser humano desde sus comienzos. Esta bebé, que
también ha sido llamada "la hija de Lucy", aunque tienen
unos 120,000 a 150,000 años de diferencia, puede ser la clave para
el proceso evolutivo de cómo el humano vivió y se desarrolló.
¿Cómo
era Selam?
Zeresenay Alemseged mostrando el cráneo de Selam |
El
equipo que descubrió a Selam estaba dirigido por Zeresenay
Alemseged, quien la bautizó con ese nombre. Su sede es el Instituto
Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig en Alemania. Lo que
encontraron no era más grande que un mono, con características
simiescas, aunque Zeresenay dijo enseguida que se trataba de un
homínido pequeño. No sólo era el cráneo de un bebé en perfecto
estado, sino también una pila de huesos de la parte superior del
cuerpo. El fósil tiene los dientes de leche, diminutas costillas
acomodadas en una columna vertebral, varios dedos y el hioides (un
hueso encima de la laringe, en la garganta) que los cientificos
explican que es necesario para el habla humana. Este hallazgo da a
entender que ya los homínidos prehistóricos tenían esa capacidad o
estaban en el desarrollo de la misma. Por lo tanto, este
descubrimiento es el indicio del inicio de la voz humana.
Lucy: una recreación de cómo luce un homínido A. afarensis |
Aunque
la pierna del bebé de Dikika, incluso su rodilla es muy similar a la
nuestra, la parte superior del cuerpo, como Lucy, tenía muchos
rasgos simiescos. Su cerebro era pequeño, la nariz chata como la de
un chimpancé, y su cara larga y saliente, los huesos de los dedos
eran curvos y casi tan largos como los de un chimpancé, sus dos
omóplatos completos, eran similares a los de un gorila joven. A
pesar de estas cualidades el A. afarensis caminaba
sobre sus dos pies. Aunque algunos científicos creen que esta
especie trepaba árboles con facilidad, y tal vez vivia en ellos, era
una criatura muy diferente de los monos.
La importancia de este descubrimiento
En
este bebé se muestra la evolución del ser humano: surge el
bipedismo (caminar en dos pies), el cerebro comienza a crecer
produciendo un ser más inteligente, que posiblemente hablaba y más
evolucionado para el uso de las herramientas y por lo tanto el uso
inteligente de su entorno. Para muchos de la comunidad
científica los A. afarensis son
la especie de homídidos que marcó la evolución hacia el Homo
sapiens, el ser humano
actual. Selam, por ser el fósil más antiguo y más completo que
se ha descubierto, ha provisto una información valiosísima con
respecto al aspecto evolutivo del hombre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario