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miércoles, 2 de octubre de 2013

¿Cómo afecta el asma durante el embarazo?

El asma es una enfermedad de las vías respiratorias que puede manifestarse con inflamación, bronquioespasmos y obstrucción de las vías de aire. Es una condición que puede ser causada por diversidad de factores, incluyendo la herencia; tiene diferentes manifestaciones clínicas y puede ser tratada con diversidad de medicamentos. El asma es una las enfermedades pulmonares crónicas causante de muerte, por lo que es importante tratar este tema, si la persona que padece de asma es una mujer embarazada, ya que esta condición se agrava en este estado. Según estudios realizados, en 1% al 4% de las mujeres embarazadas, puede haber una complicación con asma bronquial.

Cambios fisiológicos en el embarazo
Durante el embarazo ocurren unos cambios fisiológicos en la mujer que pueden predisponerla a problemas respiratorios, y si la mujer es asmática, los problemas se pueden agudizar. Algunos de estos cambios son: cambios en el sistema endocrino, cambios en la resistencia vascular, cambios en la capacidad respiratoria. Los cambios endocrinos se manifiestan con elevación de la concentración de estrógeno y progesterona. 


Estos aumentos provocan los bronquioespasmos y los ataques de asma. Durante el embarazo puede ocurrir anemia (la hemoglobina baja), por lo que el transporte de oxígeno disminuye, haciendo que el corazón y los pulmones trabajen más para compensar la deficiencia, causando el asma. A causa del embarazo, la caja toráxica se ve disminuída, por lo que la función pulmonar y la capacidad para obtener el oxígeno necesario se ve disminuído, causando que el intercambio gaseoso no sea adecuado, llevando a la embarazada a problemas de ventilación y de ataques asmáticos.

Importancia de controlar la condición
Para que una mujer embarazada sea diagnosticada con asma, debe presentar sibilancia, tos y disnea, (aunque esta condición no es necesariamente por asma). Por lo que es importante que si la embarazada es asmática se deben tener unos cuidados, para prevenir los ataques de la condición. Se deben controlar los síntomas, mantener una función pulmonar lo más normal posible y evitar las exacerbaciones agudas, lo que podría evitar las visitas al hospital, evitando así poner en riesgo la salud de la mujer y del feto. Cuando una mujer es asmática y está embarazada es importante y necesario controlar la condición, porque de lo contrario podrían presentarse complicaciones para la mujer y para el bebé.

Riesgos del asma en el embarazo
La mujer puede presentar pre-eclampsia o eclampsia, hemorragia vaginal, labor prematura o paro respiratorio. Mientras que el bebé puede ser de bajo peso, nacimiento prematuro, hipoxia fetal o aumento en el riesgo de mortalidad perinatal. Con un monitoreo adecuado a la embarazada y al feto, estas complicaciones pueden ser detectadas, disminuyendo así los riesgos. 

Por tal razón, la embarazada que sufre de asma, debe educarse para poder manejar la enfermedad durante su estado. Conocer los factores precipitantes o desencadenantes de la condición para poder controlarlos. La mujer debe aprender técnicas de respiración que le ayuden en caso de presentarse un ataque de asma, al igual que técnicas de relajación para disminuir la ansiedad. Además debe seguir adecuadamente las recomendaciones y terapias requeridas para mantener al asma bajo control.


El asma es una enfermedad que en muchos casos puede ser mortal si no se le da la atención necesaria. En el caso de las mujeres embarazadas esto puede poner en riesgo la vida del bebé también, si la mujer no conoce su condición y los cambios fisiológicos que su cuerpo experimenta durante el embarazo. Cambios que pueden predisponer a la mujer a sufrir de ataques asmáticos. Por lo tanto, es importante que conozca su condición, los riesgos que el asma le pueden acarrear a ella y al feto, para que aprenda a vivir y manejar la condición adecuadamente.

Ver video para conocer algunas técnicas útiles para relajarse.


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