GAVETAS

domingo, 15 de septiembre de 2013

Carne humana: una exquisitez para los caníbales

Aunque para la mayoría de los seres humanos, el comer carne humana sea una práctica abominable, bárbara y que nunca pensarían en llevar a cabo, para algunas culturas el canibalismo es algo común y necesario. La antropofagia (nombre dado a la costumbre de comer carne humana) ha existido desde tiempos inmemorables, según los estudiosos del tema. El canibalismo se practicaba con más frecuencia en África, Oceanía y en la América precolombina, pero aún en muchas regiones del mundo este hábito es llevado a cabo.

Motivos para el canibalismo
Más que una práctica realizada por escasez de alimentos, el canibalismo se efectuaba con otros propósitos. En muchas culturas existía la creencia que comer partes seleccionadas del cuerpo de algún guerrero caído en combate o jefe de una tribu le permitía adquirir las destrezas, habilidades o cualidades que poseía el hombre. Incluso le proveía suerte a quien la consumiera. Por ejemplo, algunas partes eran más deseadas que otras por lo que podían obtener de ellas: el cerebro para adquirir sabiduría, el corazón para el valor, los pies para la rapidez en la acción, etc.

Representación de una tribu canibal
En las tribus indígenas de Australia, al igual que los kokus de Nueva Guinea, los cuerpos de guerreros muertos eran reservados para los más jóvenes. Se tenía la creencia que comer el cerebro, los ojos, el corazón, los músculos y los testículos le darían a los jóvenes de la tribu mucha fortaleza, ya que adquirirían las fuerzas espirituales y corporales de la víctima.

Por otro lado, para los polinesios el bocado predilecto y más codiciado era el ojo izquierdo del enemigo, al cual le atribuían inteligencia, sabiduría y agudeza mental. En Borneo devoraban todo el cuerpo, excepto el cerebro, por tener cualidades mágicas especiales. Este órgano era guardado permanentemente como un talismán.

Para algunas tribus de Sumatra, todo el cuerpo es poseedor de poderes mágicos, por lo que ellos no desperdiciaban nada. El consumir la carne humana les daba suerte, valor y fortaleza. Mientras que los indios tucanos de Brasil dejaban secar a sus muertos bajo el sol, hasta que éstos se convirtieran en polvo. Este polvo se mezclaba con las bebidas y comidas con el propósito de traspasar las cualidades y virtudes de los antepasados a los que ingerían el polvo. De esta manera, estas cualidades pasarían a las próximas generaciones.

Casos de interés internacional relacionados al canibalismo
El autoproclamado Emperador de la República de África Central, Jean ­Bedel Bokassa practicaba el canibalismo habitualmente. Gustaba de comer partes seleccionadas de los cuerpos de sus oponentes políticos más importantes. Aunque hubo muchos testigos de estos actos abominables, Bokassa nunca pudo ser enjuiciado por canibalismo.

Idi Amín
Otro caso que causó revuelo internacional por canibalismo fue el del dictador de Uganda, Idi Amín. Luego de escapar a otro país debido a un golpe de estado, fue encontrado en su residencia restos de cuerpos humanos mutilados, fragmentos de huesos y mucha sangre en un matadero de seres humanos, solo para complacer el paladar de un hombre que nunca desmintió su gusto por la carne humana.

En el 1961, Michael C. Rockefeller (antropólogo), desapareció luego de haber encontrado una tribu de canibales en Papúa, Nueva Guinea. Algunas de las especulaciones de su desaparición afirman que fue capturado y asesinado por una tribu canibal. A pesar de los esfuerzos de su padre, de encontrar a su hijo, éste nunca apareció. Más recientes, han surgido otros casos de canibalismo que han conmocionado a la comunidad, como el de Tyree Lincoln Smith que admitió haber matado a un hombre y haber comido partes de su cuerpo. En este enlace sobre el canibalismo humano puede ver otros casos de este comportamiento bárbaro y atroz.


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