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sábado, 26 de julio de 2014

Los insectos: ayudantes del entomólogo forense

Los insectos han existido en nuestro planeta desde hace millones de años. Existe una gran diversidad de ellos y son encontrados en prácticamente todas las latitudes. Los insectos son un grupo de animales que tienen varias funciones importantes, entre ellas: la polinización, sirven como alimento, pueden ser utilizados para la elaboración de medicamentos, son descomponedores de restos de materia orgánica y pueden ayudar a esclarecer un crimen o una muerte sospechosa.


La entomología forense
Las Ciencias Forenses son unas prácticas científicas dentro del proceso legal con el propósito de encontrar evidencias concluyentes para resolver un caso criminal. En casos de asesinatos u homicidios es necesario una investigación más exhaustiva y más profunda, según las circunstancias, ya que una muerte puede ocurrir de diversas formas. Por tal razón, es importante contar con los conocimientos o herramientas que nos ayuden a identificar las circunstancias de tales muertes.

Distintas especies de insectos en un cuerpo en
descomposición. 
Existen casos en los que un cadáver es encontrado mucho tiempo después de su deceso, por lo que es necesario utilizar otras técnicas o conocimientos para establecer las circunstancias y la datación de su muerte. En este campo científico-legal entra en juego la entomología forense. La entomología forense estudia los insectos encontrados en cadáveres que ya se encuentran en estado de descomposición. Mediante esta modalidad científica, los entomólogos forenses utilizan los insectos encontrados en un cadáver para determinar o aproximar la fecha de la muerte, el lugar dónde ocurrió, y hasta si ese cuerpo fue movido desde el lugar dónde murió al lugar dónde fue encontrado. De esta manera, los insectos se convierten en ayudantes que contribuyen en la justicia criminal.

Los insectos de la muerte
Para utilizar la información que los insectos pueden proveer, los entomólogos deben conocer los ciclos de vida de los insectos, así como su biología y su fisiología. Cuando un cuerpo muere, los primeros en aparecer son los insectos, para reciclar la materia orgánica. Esto comienza a ocurrir en las primeras horas luego de la muerte. Un cuerpo tiene diferentes estadios de putrefacción, y cada uno de ellos atrae a determinada especie de insecto. Cada especie puede participar de distinta manera en la reducción de los restos orgánicos del cuerpo, pero cada uno de estos insectos aporta una información valiosa para el forense.

Mosca: un insecto reductor de materia orgánica.
Cuando se ve un cuerpo en avanzado estado de descomposición se puede determinar el tiempo que lleva de muerto al observar a los insectos que en él se encuentran. De ahí la importancia de conocer los ciclos de vida de los insectos reductores y descomponedores. Los insectos pueden encontrarse en distintas etapas de su ciclo: en forma de huevos, larva, pupa, adultos o hasta haber muerto. Pero aún estando muerto, el insecto puede aportar una información valiosa. Estudiando el esqueleto del insecto se puede determinar la presencia de drogas o sustancias tóxicas en el cadáver, al éstos haber ingerido estas sustancias.

Recolectando insectos en la escena
Al cadáver, los primeros insectos en llegar son las especies necrófagas (gustan de la carroña) y necrófilas (gustan de los muertos). Los primeros son los dípteros, luego los coleópteros y otros, que comienzan a alimentarse del cadáver. En primer lugar invaden los orificios naturales o las heridas que el cuerpo ha sufrido, porque por ellos se comienzan a exudar los olores nauseabundos del cuerpo, lo que es muy atractivo para estos insectos. Esto también ayuda a los entomólogos forenses porque algunas especies tienen preferencias por determinados orificios.





















Cuando el entomólogo forense llega a una escena en la que hay un cadáver en descomposición debe tomar en cuenta algunos datos importantes: los factores ambientales o climatológicos y toxicológicos, además de la accesibilidad que los insectos han tenido del cadáver. Todos estos detalles pueden alterar el desarrollo de los insectos que se encuentran en el cadáver. Luego de recolectar los insectos que se encuentran en distintas etapas de desarrollo, el entomólogo debe determinar a qué especie pertenecen y qué edad tienen. Aunque la entomología forense no es una ciencia exacta, ya que tiene sus limitaciones, con esta información, puede determinar con mayor exactitud cuánto lleva de muerto el cuerpo.