GAVETAS

viernes, 21 de noviembre de 2014

Tabaquismo y enfermedad

Cuando decidimos tomar un cigarrillo en la mano por primera vez, no pensamos en las consecuencias de ese simple acto. Pensamos que nos vamos a ver más interesantes o más maduros, pero la verdead es que en ese momento hacemos de tontos, y nos damos cuenta, tal vez muy tarde. Cuando vemos los efectos que la adicción al cigarrillo ha provocado en nuestro organismo, es que pensamos, tal vez, en ese primer cigarrillo que nunca debimos llevarnos a la boca.

¿Qué es el tabaquismo?
Es la adicción, provocada por la nicotina (componente activo de los cigarrillos), que se ha desarrollado hacia el tabaco. La nicotina es un alcaloide estimulante, de entre las muchas sustancias que contiene el cigarrillo, que promueve la dependencia y el abuso en el consumo del tabaco. Curiosamente, aunque la nicotina puede estimular la producción de adrenalina en la sangre, a muchos personas les causa un efecto sedativo.

El consumo de tabaco ocasiona dependencia, tanto física como psicológica, ya que actúa sobre el sistema nervioso central creando efectos antidepresivos y calmando la ansiedad. Desafortunadamente, estos efectos promueven esa dependencia dañina que intoxica el organismo, afecta la salud, promueve la enfermedad y reduce las expectativas de vida. Por tal razón, el tabaquismo es considerado como una enfermedad que requiere tratamiento medicinal como rehabilitación psicológica y re-educación social. Es una enfermedad, que genera otras enfermedades y complicaciones.


Etapas de la adicción al cigarrillo
Como ocurre con todas las adicciones, el fumador pasa por un proceso o una serie de etapas. Veamos cuáles son.
~Iniciación
Las primeras experiencias normalmente ocurren entre jóvenes de edad escolar, sin distinción de género. En la mayoría de los casos, esa primera vez puede ser desagradable. Como un mecanismo de defensa del organismo, en el cuerpo se pueden manifestar distintas reacciones: tos, naúseas, vómitos y otras reacciones. Estas primeras experiencias pueden tener diversas razones: imitación de los padres, presión de grupo, sensación de madurez, moda, etc.
~Repetición y costumbre
Se repite el intento nuevamente. Ya los efectos iniciales desaparecen. La gratificación que se consigue por los alcaloides que contiene el cigarrillo provoca un deseo progresivo de consumir los mismos. Esta necesidad va en aumento con el tiempo, por lo que se van consumiendo más cigarrillos diariamente. Ya se ha creado la costumbre.
~Dependencia y alteración fisiológica
Pasados muchos años y un aumento de consumo de cigarrillos, el fumador ha creado un estado de dependencia fisiológica y psíquica. El sistema respiratorio, el sistema circulatorio central y el periférico pueden estar presentando problemas.
~Repercusiones patológicas
Luego de tantos años de consumo pueden manifestarse enfermedades como: problemas cardíacos, problemas respiratorios, enfisema, bronquitis crónica, cáncer (de pulmón, laringe u otras lugares). En mujeres embarazadas, puede afectar la evolución normal de la gestación. Ya en esta etapa, son denominados fumadores de alto riesgo, los cuales deben abandonar el hábito de fumar imperativamente para recuperar algunas deficiencias que ha sufrido el organismo, aunque puede ser un poco tarde, para algunos, cuando la enfermedad ya ha aparecido.



Consecuencias de fumar cigarrillos
Las consecuencias de esta dependencia o adicción va a depender de varios factores: del tiempo que lleve fumando, de la cantidad de consumo diario de cigarrillos y de la tolerancia que el organismo tenga a los mismos. Las consecuencias pueden medirse en inmediatas, a mediano y a largo plazo.

Las consecuencias inmediatas son: olor desagradable en el cuerpo, mal aliento, manos y dientes amarillentos por la nicotina, menos apetito por el cambio en los sentidos del gusto y del olfato, dificultad para la realización de actividades deportivas por la disminución de la capacidad respiratoria.

A mediano plazo, puede manifestarse la bronquitis crónica (por la destrucción progresiva de los pulmones), daños al corazón (por el aumento del ritmo cardíaco y la presión arterial), disminución o eliminación de la actividad sexual, daños a la dentadura, posible caída del cabello y daños a la piel (puede causar envejecimiento prematuro).

A largo plazo, las consecuencias del consumo de tabaco son: enfermedades del pulmón irreversibles como el enfisema; enfermedades cerebrovasculares como: hemiplejía (parálisis de un lado del cuerpo), apoplejía (parálisis cerebral), paraplejía (parálisis de la mitad inferior del cuerpo), etcétera. Y por último, la peor consecuencia de este hábito es el cáncer, particularmente pulmonar, que es la principal causa de muerte relacionada al tabaquismo.

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud): "La epidemia de tabaquismo mata cada año a 5,4 millones de enfermos de cáncer de pulmón, cardiopatías y otras enfermedades". Afirma que, "el tabaco es la primera causa de invalidez y muerte prematura del mundo. Está directamente relacionado con la aparición de 29 enfermedades, de las cuales 10 son diferentes tipos de cáncer, y es la principal causa del 95% de los cánceres de pulmón, del 90% de las bronquitis y de más del 50% de las enfermedades cardiovasculares".

El fumador pasivo
El fumador pasivo es aquel que respira el humo del cigarrillo que otra persona fuma o el humo exhalado por otro fumador. Esto es el humo secundario, y según estudios realizados al respecto, este humo es más peligroso y perjudiciar que el humo de primera mano. Se ha probado que la mayor incidencia de cáncer del pulmón es debida a la exposición al humo secundario. Estos fumadores pasivos presentan los mismas posibilidades de enfermedades que los fumadores activos. Mientras mayor es la exposición a este humo secundario, mayor es el riesgo de enfermedad.




Así que piénsalo mejor la próxima vez que tomes un cigarrillo en la mano. No inviertas tu dinero para enfermarte, no compres enfermedad. Si aún así decides fumar, hazlo solo, no comprometas la salud de los que te rodean, porque en muchas ocasiones son los que tu amas y los que te aman. Protégelos...


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