GAVETAS

jueves, 16 de octubre de 2014

Factores, prevención y signos de problemas cardíacos congénitos

 Los defectos o problemas cardíacos constituyen uno de los defectos congénitos más comunes y son la causa principal de las muertes debidas a defectos de nacimiento. Un defecto cardíaco congénito es una anomalía en cualquier parte del corazón que está presente desde el nacimiento. Los defectos cardíacos tienen su origen durante las primeras semanas del embarazo, cuando se está formando el corazón. Estos defectos pueden ser tan leves que el bebé parecerá gozar de buena salud por muchos años, o tan graves que su vida correrá peligro inmediatamente después de nacer.

Algunos bebés y niños con defectos cardíacos no experimentan síntoma alguno. En algunos casos, puede diagnosticarse un defecto cardíaco cuando el médico escucha un sonido anormal en el corazón, llamado soplo, aunque los niños con corazones normales también pueden tener soplos, los cuales pueden ser inocentes o funcionales, ya que no representan ningún riesgo para el niño, pudiendo llevar una vida normal. Un soplo es un sonido sibilante que hace la sangre cuando fluye a través de cualquiera de las cavidades o válvulas del corazón o incluso a través de un orifico que hay en el interior del corazón y puede descubrirse auscultando el pecho del niño.

Algunos defectos cardíacos
no presentan síntomas
Algunos defectos cardíacos pueden provocar insuficiencia cardíaca congestiva, lo que hace que el corazón no pueda bombear la cantidad suficiente de sangre a los pulmones o a otras partes del cuerpo. Puede llevar a la acumulación de líquido en el corazón, los pulmones u otras partes del cuerpo. Los niños afectados con esta enfermedad pueden experimentar taquicardia y dificultades para respirar, especialmente al realizar ejercicio físico. En los bebés, estos problemas pueden manifestarse durante la alimentación, lo que en algunos casos determina que no aumenten de peso normalmente. Los bebés y niños afectados también pueden experimentar hinchazón en las piernas, en el abdomen o alrededor de los ojos.

La cianosis puede ser un signo de
algún problema cardíaco
Mientras que otros defectos cardíacos pueden producir un fenómeno llamado cianosis, que hace que la piel adquiera un color gris o azul pálido.  Puede aparecer poco tiempo después del nacimiento o durante la lactancia y debe ser evaluado inmediatamente por un profesional de la salud. La cianosis puede aparecer más tarde durante la niñez y es una señal de que existen defectos que impiden que la sangre tome suficiente oxígeno. Sus síntomas son dificultades para respirar y desmayos, los cuales a menudo empeoran cuando el niño hace esfuerzo físico, por lo que suelen cansarse con facilidad.

Factores causantes de los defectos cardíacos congénitos
Los científicos no han podido determinar las causas para que el corazón de algunos bebés se desarrolle de manera anormal. Aparentemente se debe a factores genéticos y factores medioambientales. Desde los años 90, los científicos han identificado aproximadamente 10 mutaciones genéticas que pueden causar defectos cardíacos aislados. Algunos factores medioambientales también pueden contribuir a defectos cardíacos congénitos, como por ejemplo, las mujeres que contraen rubéola durante los tres primeros meses de embarazo, tienen un riesgo elevado de dar a luz un bebé con un defecto cardíaco. Otras causas pueden ser las infecciones virales, como la gripe, al igual que la exposición a ciertos productos químicos industriales como los disolventes.  
El alcohol, el cigarrillo y la
droga 
pueden causar daños al feto.
Algunos estudios sugieren que beber alcohol o consumir cocaína durante el embarazo puede aumentar el riesgo de defectos cardíacos. También existen algunos medicamentos que aumentan las probabilidades de que un bebé nazca con defectos cardíacos, como la isotretinoína que se utiliza para tratar el acné, la talidomida (aprobada únicamente para un trastorno grave poco frecuente de la piel, pero en algunos casos utilizada para tratar otros trastornos) y ciertos medicamentos anticonvulsivos. Algunos estudios sugieren que el uso de trimetoprima-sulfonamida durante el primer trimestre (una combinación de antibióticos usada en algunos casos para tratar infecciones del tracto urinario) puede aumentar el riesgo de defectos cardíacos.

También podemos encontrar que ciertas enfermedades crónicas de la madre, como la diabetes, pueden contribuir a defectos cardíacos. No obstante, las mujeres diabéticas pueden reducir el riesgo asegurándose de controlar los niveles de azúcar en su sangre desde antes de la concepción. Además de esto, existe un conjunto de anomalías cromosómicas que pueden causar defectos cardíacos de nacimiento como lo son, el síndrome de Down (retraso mental y defectos físicos de nacimiento) y el síndrome de Turner (baja estatura, falta de desarrollo sexual y padece defectos cardíacos), así como también trastornos hereditarios, como el síndrome de Noonan (baja estatura y problemas de aprendizaje), el síndrome velocardiofacial (defectos craneofaciales e inmunodeficiencias), el síndrome de Holt-Oram (defectos en las extremidades) y el síndrome de Alagille (defectos en el hígado, el esqueleto y los ojos).

Prevención y pruebas prenatales
La obesidad de la madre
puede afectar el desarrollo
óptimo del feto
La mayoría de los defectos cardíacos congénitos no pueden prevenirse, aunque sí se pueden tomar medidas para disminuir el riesgo antes y durante el embarazo para ayudar a reducir el riesgo de tener un bebé con un defecto cardíaco. También existe la posibilidad de que los padres que padecen de un defecto cardíaco corren el riesgo de tener un hijo afectado y es aconsejable que consulten a un especialista en genética. Por otro lado, según los expertos, los niños pueden presentar problemas del corazón en mayor medida, cuando sus madres tienen edades superiores a los 37 años o, por el contrario, son adolescentes, o cuando la mujer tiene sobrepeso u obesidad antes de la concepción. También los problemas congénitos pueden aparecer cuando las madres están sometidas a altos niveles de estrés, jornadas fuertes de trabajo y están muy mal alimentadas. 

Para reconocer si un feto viene con problemas cardíacos, se pueden hacer pruebas prenatales como una ecocardiografía antes del nacimiento del bebé, para identificar con precisión varios defectos cardíacos y poder trabajar con el niño desde su nacimiento.

Síntomas de una enfermedad cardíaca importante en un recién nacido y en un niño:
  • Respiración rápida
  • Dificultad para alimentarse
  • Labios azulados o morados (lo que se denomina cianosis)
  • Retraso del crecimiento.

En un niño o adolescente:
  • Fatiga
  • Dificultad para hacer ejercicio o practicar actividades físicas
  • Dolor torácico.


Otros síntomas pueden presentarse, conozca a su niño y se dará cuenta cuando algo anda mal.

Aunque los problemas congénitos que se pueden presentar no pueden ser previsibles, sí se pueden hacer algunos análisis o pruebas que pueden indicar algún defecto en el feto con la posibilidad de corregirlo en el propio vientre materno. También es importante, darle al recién nacido y al infante los cuidados necesarios para mantenerlos en buena salud, cuidando sus dietas, atendiéndolos cuando muestran algún signo de enfermedad para protegerlos de alguna afección que pueda resultar en algún problema cardíaco.


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